La Programación Neurolingüística (PNL) es una disciplina que estudia cómo las personas procesan la información a través de sus sentidos y cómo esto afecta su forma de percibir la realidad. Uno de los aspectos fundamentales de la PNL son los sistemas representacionales, que se refieren a los diferentes canales sensoriales que utilizamos para procesar la información: visual, auditivo y kinestésico.
Cada individuo tiende a tener un sistema representacional preferente, es decir, uno de estos canales sensoriales será el más utilizado y predominante en su forma de comunicarse y de percibir el mundo que le rodea. Descubrir cuál es nuestro sistema representacional preferente puede ser de gran ayuda para mejorar nuestra comunicación, nuestras relaciones personales y nuestro desempeño en diversas áreas de nuestra vida.
En este artículo exploraremos en detalle qué son los sistemas representacionales en la Programación Neurolingüística, la importancia de equilibrar estos sistemas, cómo descubrir nuestro sistema representacional preferente, ejercicios prácticos para identificarlo, aplicaciones prácticas en nuestra vida cotidiana, consejos para utilizar de forma efectiva nuestro sistema representacional preferente, y finalmente, concluiremos con algunas recomendaciones.
¿Qué son los sistemas representacionales en la Programación Neurolingüística?
En el contexto de la Programación Neurolingüística, los sistemas representacionales se refieren a la forma en que percibimos y procesamos la información a través de nuestros sentidos. Estos sistemas representacionales son tres: visual, auditivo y kinestésico.
El sistema representacional visual se basa en nuestra capacidad para crear imágenes mentales y para procesar la información a través de los ojos. Las personas que tienen un sistema representacional visual preferente suelen hablar utilizando palabras y frases relacionadas con la vista, como «veo lo que quieres decir», «me parece claro» o «me imagino».
El sistema representacional auditivo se basa en nuestra capacidad para procesar la información a través de los oídos. Las personas que tienen un sistema representacional auditivo preferente suelen hablar utilizando palabras y frases relacionadas con el sonido, como «escucho lo que estás diciendo», «eso suena interesante» o «me gusta tu voz».
El sistema representacional kinestésico se basa en nuestra capacidad para procesar la información a través de nuestras sensaciones físicas y emociones. Las personas que tienen un sistema representacional kinestésico preferente suelen hablar utilizando palabras y frases relacionadas con el tacto, como «siento lo que estás diciendo», «me toca el corazón» o «me hace sentir bien».
Importancia de equilibrar los sistemas representacionales
Es importante tener en cuenta que aunque cada persona tenga un sistema representacional preferente, es fundamental tener un equilibrio en el uso de estos sistemas para una comunicación más efectiva y una comprensión más amplia de la realidad.
Si nos encontramos en una situación en la que solo utilizamos un sistema representacional, estaremos limitando nuestra capacidad de percibir y procesar la información de manera completa y objetiva. Por ejemplo, si una persona utiliza únicamente el sistema representacional visual, puede quedarse solo con la parte superficial de la información y perderse de los detalles emocionales o sensoriales que brinda el sistema representacional kinestésico.
Además, si nos adaptamos al sistema representacional preferente de las personas con las que interactuamos, podremos establecer una conexión más profunda y una comunicación más efectiva. Por ejemplo, si sabemos que alguien tiene un sistema representacional auditivo, podremos utilizar palabras y frases relacionadas con el sonido para que la persona pueda comprendernos mejor.
¿Cómo descubrir tu sistema representacional preferente?
Para descubrir cuál es nuestro sistema representacional preferente, podemos prestar atención a las palabras y frases que utilizamos con mayor frecuencia en nuestro lenguaje cotidiano. Si notamos que utilizamos palabras y frases relacionadas con el ver o la visión de forma recurrente, es probable que tengamos un sistema representacional visual preferente.
Por ejemplo, si solemos decir cosas como «veo lo que quieres decir», «me parece claro» o «me imagino», es probable que nuestro sistema representacional preferente sea el visual.
Si, por el contrario, utilizamos palabras y frases relacionadas con el oír o el sonido con mayor frecuencia, es muy probable que tengamos un sistema representacional auditivo preferente.
Por ejemplo, si solemos decir cosas como «escucho lo que estás diciendo», «eso suena interesante» o «me gusta tu voz», es probable que nuestro sistema representacional preferente sea el auditivo.
Y si utilizamos palabras y frases relacionadas con el tacto o las sensaciones físicas de forma recurrente, es muy probable que nuestro sistema representacional preferente sea el kinestésico.
Por ejemplo, si solemos decir cosas como «siento lo que estás diciendo», «me toca el corazón» o «me hace sentir bien», es probable que nuestro sistema representacional preferente sea el kinestésico.
Ejercicios para identificar tu sistema representacional preferente
A continuación, te propongo algunos ejercicios prácticos para identificar tu sistema representacional preferente de una manera más precisa:
1. Reflexiona sobre tus experiencias de aprendizaje: ¿Qué tipo de actividades de aprendizaje te resultan más fáciles o disfrutas más? ¿Aquellas que se basan en imágenes visuales, sonidos o experiencias prácticas? Si te resulta más fácil relacionarte con las imágenes visuales, es probable que tu sistema representacional preferente sea el visual. Si, por el contrario, te resulta más fácil recordar sonidos o música, es probable que tu sistema representacional preferente sea el auditivo. Y si prefieres aprender haciendo y experimentando, es probable que tu sistema representacional preferente sea el kinestésico.
2. Observa tus patrones de comunicación: Presta atención a las palabras y frases que utilizas con mayor frecuencia al comunicarte. ¿Utilizas palabras y frases relacionadas con el ver, el oír o el sentir de forma recurrente? Esto puede darte una pista sobre cuál es tu sistema representacional preferente.
3. Realiza un autotest: Existen diversos autotests en línea que pueden ayudarte a identificar tu sistema representacional preferente de manera más precisa. Estos tests suelen incluir una serie de preguntas relacionadas con tus preferencias y experiencias sensoriales. Puedes buscar «test de sistemas representacionales» en tu motor de búsqueda favorito y elegir el que más te parezca adecuado.
Recuerda que estos ejercicios son solo herramientas para ayudarte a reflexionar sobre tu sistema representacional preferente y que no hay respuestas correctas o incorrectas. Lo importante es tomar conciencia de cómo procesamos la información a través de nuestros sentidos para poder utilizar esta información de manera efectiva en nuestra vida cotidiana.
Aplicación práctica en la vida cotidiana
Una vez que hayas descubierto cuál es tu sistema representacional preferente, puedes comenzar a utilizar esta información de manera efectiva en tu vida cotidiana. A continuación, te presento algunas aplicaciones prácticas según tu sistema representacional preferente:
– Si tu sistema representacional preferente es el visual: Utiliza imágenes y visualizaciones mentales para recordar información importante, planificar actividades o resolver problemas. Puedes crear mapas mentales, utilizar flashcards o colocar recordatorios visuales en lugares estratégicos.
– Si tu sistema representacional preferente es el auditivo: Utiliza sonidos y palabras para recordar información o estimular tu creatividad. Puedes grabar tus notas de voz, escuchar música o utilizar técnicas de repetición auditiva para aprender nuevos conceptos.
– Si tu sistema representacional preferente es el kinestésico: Utiliza sensaciones físicas y experiencias prácticas para recordar información o tomar decisiones. Puedes escribir a mano, hacer ejercicios de respiración, utilizar manipulables o realizar actividades físicas mientras estudias o trabajas.
Recuerda que, aunque tengas un sistema representacional preferente, siempre es bueno utilizar los otros sistemas representacionales de manera equilibrada para obtener una comprensión más completa de la información y una comunicación más efectiva con los demás.
Consejos para utilizar de forma efectiva tu sistema representacional preferente
Una vez que hayas identificado tu sistema representacional preferente, puedes utilizar algunos consejos para aprovechar al máximo tus fortalezas y utilizar este conocimiento de manera efectiva:
– Aprovecha tu sistema representacional preferente en actividades de aprendizaje y estudio. Por ejemplo, si tu sistema representacional preferente es el visual, utiliza esquemas, diagramas o gráficos para organizar la información y recordarla más fácilmente.
– Utiliza tu sistema representacional preferente para establecer una conexión más profunda con las personas que te rodean. Por ejemplo, si sabes que alguien tiene un sistema representacional auditivo, utiliza palabras y frases relacionadas con el sonido para que la persona pueda comprenderte mejor.
– Utiliza tu sistema representacional preferente para mejorar tu comunicación y comprensión de las situaciones. Por ejemplo, si sabes que tu sistema representacional preferente es el kinestésico, presta atención a tus sensaciones físicas y emociones para obtener información adicional sobre una situación o decisión.
– Experimenta con diferentes formas de representar la información según tu sistema representacional preferente. Por ejemplo, si eres visual, puedes utilizar dibujos o imágenes para representar ideas o conceptos. Si eres auditivo, puedes grabarte a ti mismo explicando un tema para luego escucharlo. Si eres kinestésico, puedes utilizar manipulables o realizar actividades prácticas para comprender mejor la información.
– Recuerda que el equilibrio es clave. Aunque tengas un sistema representacional preferente, es importante utilizar los otros sistemas de forma equilibrada para obtener una visión más completa de la realidad y tener una comunicación efectiva con las demás personas.
Conclusiones y recomendaciones
Los sistemas representacionales son los canales sensoriales que utilizamos para procesar la información: visual, auditivo y kinestésico. Cada persona tiende a tener un sistema representacional preferente, que se refiere al canal sensorial que utiliza de forma predominante en su comunicación y en su forma de percibir el mundo.
Descubrir cuál es nuestro sistema representacional preferente puede ser de gran ayuda para mejorar nuestra comunicación, nuestras relaciones personales y nuestro desempeño en diversas áreas de nuestra vida. Podemos descubrir nuestro sistema representacional preferente prestando atención a las palabras y frases que utilizamos con mayor frecuencia en nuestro lenguaje cotidiano.
Una vez que identifiquemos nuestro sistema representacional preferente, podemos utilizar esta información de manera efectiva en nuestra vida cotidiana. Podemos aprovechar nuestras fortalezas según nuestro sistema representacional preferente en actividades de aprendizaje, en la comunicación con los demás y en la comprensión de las situaciones.
Sin embargo, es importante recordar que el equilibrio es clave. Aunque tengamos un sistema representacional preferente, es fundamental utilizar los otros sistemas de forma equilibrada para obtener una visión más completa de la realidad y tener una comunicación efectiva con los demás.
Descubrir nuestro sistema representacional preferente nos permite utilizar nuestra forma de procesar la información de manera más efectiva en nuestra vida cotidiana. Nos ayuda a comprendernos mejor a nosotros mismos y a los demás, y a establecer una comunicación más efectiva y significativa. Por tanto, te invito a reflexionar sobre cuál es tu sistema representacional preferente y a utilizar este conocimiento de forma efectiva en tu día a día.